“Regulación jurídica del español en México”

INTRODUCIÓN Es común encontrar a nuestro paso anuncios que ofertan la venta de “posole”, “milanezas” o “quezadillas”. También se pueden ver anuncios espectaculares que invitan a comprar un refresco “zero azúcar” o que nos señalan que dentro de poco tiempo habrá un concierto del grupo “Montéz”. La publicidad no es el único lugar en donde no se respeta nuestro idioma. La televisión, el cine y la radio abusan, a mi parecer, de palabras extranjeras que tienen una traducción exacta en español con el único fin de parecer más refinados o modernos. Muchas veces he podido constatar que las palabras que son tomadas de otro idioma no son bien empleadas y tampoco son correctamente traducidas ni pronunciadas con su fonética original ni con la del español. La introducción de palabras extranjeras innecesarias, el uso desmedido de palabras altisonantes, el desinterés de la gente por leer y por cuidar su ortografía, la tendencia que existe en la publicidad por preferir el impacto visual sobre la gramática y la poca importancia que se da por fomentar que los extranjeros residentes en México aprendan el español, son sólo algunos de los problemas a los que se enfrenta nuestro idioma. El español que se habla en nuestro país es único y su integridad está ligada a nuestra identidad cultural. Si nuestro idioma se modifica abruptamente, también lo podría hacer nuestra forma de pensar. Ahora bien, ¿podría el derecho regular a través de una ley, el uso que se da al español en México, por lo menos en sus expresiones públicas? ¿Podría crearse un organismo público que realmente vigile que dicha ley se cumpla? IV UMSNH “Regulación jurídica del español en México” La televisión, la radio, el cine, la prensa escrita, la publicidad y la Internet, son las principales fuentes (si no, las únicas) en donde la población en general observa y aprende nuestra lengua. ¿Podría obligárseles jurídicamente a que se expresen en forma correcta? Las cuestiones anteriores son algunas de las que me propuse resolver con el presente trabajo de investigación. A través de seis capítulos, he planteado desde los antecedentes históricos de nuestra lengua, hasta algunas de las posibles soluciones que se podrían aplicar para corregir (o mejorar) este grave problema. Como en la mayoría de los trabajos de investigación, al irme adentrando en la problemática existente, descubrí que se puede profundizar mucho más en el tema, pero por ahora, he decidido que es mejor centrarse en lo que ya había analizado en mi proyecto de tesis. Aclaro pues, que éste es un tema susceptible a seguir siendo analizado, profundizado y enriquecido. Los invito, pues, a que lean este trabajo y a que difundan su contenido, porque mi principal interés es que efectivamente hagamos conciencia sobre el uso que le damos a nuestro idioma y de las implicaciones que esto tiene